Aoede recuerda lo que Hope le dijo al final de su entrevista con él…
“Cuando hables con todos mis amigos y averigües la verdad sobre ese mundo, por favor, ven a hablar conmigo otra vez. Entonces te contaré todo lo que sé.”
Aquél fue el comienzo del viaje de Aoede: en su búsqueda de los recuerdos de un mundo que ya no existe, conoció a sus amigos, y a raíz de ello recuperó sus recuerdos medio olvidados.
-Mi nombre era Aoede en aquel otro mundo. Tú y yo fuimos parte de la misma era, ya que yo también terminé envuelta en la Purga.
Aoede comienza su presentación de esta forma, y Hope Estheim sonríe tranquilamente como respuesta.
Antes de comenzar su segunda entrevista, Aoede le resume todo lo que ha averiguado gracias a las entrevistas que ha hecho: la Purga, la batalla por el Nido, el viaje de Serah y Noel para corregir la diacronía, y así. Aoede hace esto para probarle que en efecto ha descubierto la verdad tras el otro mundo, tal y como Hope le pidió que hiciera. Concluye la historia en su totalidad, y Hope asiente, sumido en sus pensamientos.
-Estoy impresionado por tu investigación. Hay incluso unas cuantas cosas que yo no sabía. Así que realmente te has encontrado con todos.
Aoede se pregunta si esto significa que ha aprobado su examen, pero al mismo tiempo no se cree merecedora del cumplido.
-No todos. Al final, no pude encontrar a la persona más importante de todas.
-Ya veo, así que no encontraste a Light…
Hay un matiz de decepción en su voz; Aoede se pregunta si la decepción de Hope se debe a ella, por no tener lo necesario para dar con su paradero… o si él tampoco sabe dónde está Lightning, y había esperado que Aoede fuese capaz de encontrarla. No tiene tiempo para adivinar la respuesta, de todas formas.
-Permíteme honrar la promesa que hice. Has averiguado la verdad tras el otro mundo. Te contaré todo lo que sé.
Hope saca una gruesa carpeta y la deja sobre la mesa. No hay nada en la portada salvo el título, que es corto y conciso:
-Éstas son mis memorias.
El Consejo del Renacer
Aoede y Hope comienzan hablando del albor de la Era Caótica.
-Doy por sentado que ya sabes lo que sucedió después de que Serah y Noel derrotaran a Caius Ballad.
-El mundo fue inundado por una erupción de Caos debido a las maquinaciones de Caius, y Serah perdió la vida. Eso fue el comienzo de la edad del desastre. Con el tiempo el otro mundo empezó a hundirse en el Mar del Caos y para la humanidad el ciclo de la vida y la muerte también quedó destruido. Eso es más o menos lo que todos me han contado.
-Así es, la humanidad perdió la capacidad de envejecer, y ya no era posible morir de viejos. Pero a cambio, no nacían niños. Este fenómeno tan inusual se confirmó justo después de que el Caos nos invadiera.
-Entonces no os llevó años descubrir esto.
-No, tan pronto como terminó la lucha, reuní a todos y cada uno de los científicos de la Academia y les ordené investigar. En ese momento, todos los ciudadanos habían sido evacuados y vivían en el interior del Nuevo Nido, pero aunque todos estaban a salvo por el momento, era necesario idear un plan a largo plazo. Por eso nos apresuramos a analizar lo que estaba ocurriendo con el mundo, y qué clase de efectos causaría la incesante entrada de Caos en éste y en el cuerpo humano. No podíamos dejar que el público supiera de nuestros descubrimientos sin saber con certeza qué clase de realidad teníamos delante.
-¿Cómo reaccionaron los ciudadanos? Supongo que algunos se alegrarían de librarse de los efectos del envejecimiento, pero oí que aunque nadie envejecía, aún era posible morir por enfermedad, o por accidente. Y sin niños que nacieran, la población sólo puede descender. Al cabo del tiempo, la humanidad, sin lugar a dudas…
-Se enfrentaría a la extinción. Una conclusión obvia, no es precisamente ciencia de alto nivel.
-Sin duda mucha gente se vio sobrepasada cuando supieron la verdad, ¿no es así?
-Sí, éramos conscientes de que tan pronto como anunciáramos esto, la gente dejaría de preocuparse por todo, la tasa de criminalidad y el número de suicidios se dispararían, surgirían altercados por doquier… Predijimos que sería desastroso publicar nuestros descubrimientos. Así que tomamos medidas preventivas, y asegurar que no sucedería aquello.
-… ¿Quieres decir que ocultasteis el hecho de que nadie estaba envejeciendo?
-No, claro que no. Aun si escondiéramos la verdad, sería obvio para todos que nadie envejecía después de unos cuantos años. Le dijimos al público la toda la verdad, no nos guardamos nada. Pero la adornamos con esperanza, y esa esperanza era el Consejo del Renacer.
-Ésa es la organización que surgió de la Academia, ¿verdad? Tú eras el líder, y Snow y Noel también formaban parte. Por lo que entiendo, sirvió para proteger a los ciudadanos de la amenaza del Caos, y era el organismo que funcionaba de forma muy similar al gobierno. Pero ¿qué quieres decir con eso de que era esperanza?
-La misión del Consejo del Renacer era, sobre todo, salvar a la humanidad de la desesperación. Cuando dimos a conocer que la humanidad ya no envejecía, también anunciamos la creación del Consejo. Di un discurso, traté de alcanzar el buen juicio de la gente. “Si no nacen más niños, la humanidad eventualmente morirá. Por tanto os pido vuestra cooperación, para que podamos superar estos tiempos difíciles juntos. Mientras nos enfrentamos al Caos que nos invade, la ciencia nos revelará su verdadera naturaleza, y encontraremos la forma de dar la bienvenida a los neonatos a este mundo de nuevo. Llegará un día en el que nacerá una nueva vida. Con este fin, el Consejo del Renacer hará todo lo que pueda”, eso fue más o menos lo que decía. Afortunadamente, los ciudadanos no se lo tomaron muy mal. El hecho de que ninguno de nosotros podía envejecer ya era un hecho evidente, pero no vimos apenas efectos adversos en la sociedad.
-Bueno, hiciste honor a tu nombre, le diste esperanza a la gente.
Aoede tan sólo está bromeando, pero la reacción de Hope la sorprende: sus labios se tuercen en una sonrisa autodespectiva.
-O podrías decir que los distraje, les hice apartar la vista de la desesperación. En realidad, nuestra investigación sobre el Caos y nuestros cuerpos inmutables era entonces rudimentaria por decir algo, y no teníamos la menor idea de cómo íbamos a encontrar la solución. Yo no veía esperanza por ningún lado, pero fingí que estaba ahí y a la vista. Les di una tirita para sus heridas.
-Todos tenían miedo al Caos, y tú tuviste que escudarlos de la desesperación. No creo que tuvieras otra salida…
-Tienes razón, y eso fue lo que me dije a mí mismo. Tras crear el Consejo, ya no era un científico con el propósito de encontrar la verdad. En su lugar, me hallé a mí mismo actuando más y más como un político, realizando compromisos y aceptándolos. Y por aquel entonces, el fal’Cie apareció de repente.
Falsa esperanza
Aoede y Hope rápidamente repasan lo que saben del fal’Cie: en ese momento, todos vivían en el Nuevo Nido, pero eventualmente hasta el Nido empezó a mostrar signos de erosión por los efectos del Caos. Si seguía así, el Nuevo Nido terminaría por dejar de funcionar, y la humanidad perdería el único lugar seguro donde vivir. Y justo cuando la gente empezaba a inquietarse, el fal’Cie Pandemónium apareció, sin previo aviso. Trabajó las tierras, las hizo habitables, construyó ciudades y produjo comida y recursos.
-En otras palabras, iba a criarnos como a una nidada de polluelos, a darnos las comodidades de un nido y un suministro constante de alimento. Era un canto de sirena a la gente encerrada en el Nuevo Nido: “el fal’Cie os acogerá generosamente y os sustentará, así que salid, salid del Nuevo Nido.” Era un cebo, y más bien obvio.
-Sabías que estaba intentando atraeros, pero al final la humanidad se trasladó a la superficie. Eso es lo que Snow me contó.
-Así es, fui yo quien tomó la decisión. El Nuevo Nido empezaba a deteriorarse por los efectos del Caos, y ya no era posible acoger a toda la gente que albergaba. Teníamos que sacarlos por necesidad, aun sabiendo que existía el riesgo de que el fal’Cie los devorara a todos.
-Tuvo que haber un montón de polémica cuando les dijiste a los ciudadanos que debían abandonar la seguridad del Nuevo Nido y descender a la superficie infestada de Caos.
-Sí, los debates y persuasiones nos llevaron varios años. Al final, hice una declaración: “no tenemos futuro si la humanidad sigue escondida en el Nuevo Nido. Debemos cultivar la tierra y enfrentarnos al Caos. Usaremos todo lo que tengamos a mano, sea de origen fal’Cie o no. No haremos distinciones, no elegiremos quién irá o quién se quedará. Todos los ciudadanos iremos, hombres y mujeres por igual, y para probarlo yo seré el primero que descenderá a la superficie”, eso fue más o menos lo que dije.
-Y la gente aceptó porque tú les mostraste que estabas dispuesto a ir primero.
-… Yo mismo pensé que no era más que una completa farsa. Las palabras que salían de mi boca sonaban nobles y virtuosas, pero en el fondo todo lo que hice no era más que teatro político para ganarme a la gente. Les vendí falsa esperanza… una vez más.
De nuevo, una sonrisa autodespectiva asoma brevemente a sus labios.
-Y con eso, toda la humanidad descendió a la superficie, y el Nuevo Nido quedó desierto… oficialmente, al menos.
-¿Oficialmente?
-Un equipo de científicos, un número muy reducido de ellos, se quedó en el Nuevo Nido. Quería que usaran a pleno rendimiento la energía y las instalaciones que poseía, y encontrar el modo de luchar contra el Caos. Su existencia era información altamente clasificada. Temíamos que el fal’Cie tratara de hacernos algo si se corría la voz por algún motivo. Por eso los científicos mantuvieron al mínimo más absoluto el contacto con la sociedad, se encerraron en el Nuevo Nido y dieron todo lo que tenían por la investigación.
-¿Tú no formabas parte del equipo de investigación?
-Yo estaba ocupado manteniendo unido el Consejo del Renacer. En aquel entonces era totalmente un político, tanto por dentro como por fuera.
Entonces Hope relata cómo supervisó en secreto la investigación que se realizaba en el Nuevo Nido, mientras se aseguraba como líder del Consejo de que la sociedad humana seguía el rumbo correcto. Los ciudadanos usaban los suministros producidos por el fal’Cie Pandemónium pero tenían cuidado para no depender excesivamente de ellos, y se aseguraban así de que los humanos por sí mismos seguían siendo el pilar central de apoyo para la sociedad. Su diligencia se vio recompensada, y dos ciudades surgieron en la superficie: Luxerion y Yusnaan.
-Sé que el fal’Cie os ayudó, pero no puedo imaginar eso de irte a plena naturaleza y construir una nueva ciudad, con todo el Caos que os rodeaba. La humanidad debe de ser mucho más dura de lo que creía. Por cierto, ¿qué pasaba con los científicos en el Nuevo Nido?
-Lo hacían lo mejor que podían, pero era una misión plagada de obstáculos. Teníamos todo el tiempo del mundo porque ya no envejecíamos, pero incluso después de 100 años de investigación, no estábamos haciendo ningún progreso digno de mención.
-100 años sin nada que mereciera la pena… Mucha gente debió de pensar que era inútil y se rindieron…
-Pero aquellos que se quedaron eran conscientes de las dificultades a las que tenían que enfrentarse y estaban aún más comprometidos con su trabajo. Gracias a ellos pudimos seguir adelante con la investigación. Y finalmente hallamos algo. ¿Has oído hablar de la tecnología PMA?
-Déjame pensar… era común en los tiempos del Nido. Era el “Principio de Manipulación de la Antimateria”, y gracias a éste podías emular la magia, alterar las leyes de la gravedad, todo tipo de cosas.
-Así es, descubrimos que podíamos controlar el Caos con esta tecnología. Si todo funcionaba bien, el mundo no volvería a ser invadido por el Caos nunca más. Vimos que era posible detener la destrucción del mundo. Habían pasado más de 300 años tras el comienzo de la Era Caótica, y finalmente… finalmente pudimos vislumbrar esperanza real.
Aoede cree que sabe cómo Hope debió de haberse sentido entonces: había sido el líder de la gente, pero hasta aquel momento había estado mintiéndoles, en contra de sus deseos. No podía ver esperanza por ningún lado en el futuro que aguardaba a la humanidad, pero fingió que estaba ahí. Aoede se pregunta si este hombre que trató de evitar que los humanos cayeran en la desesperanza, que tuvo que mentir constantemente, tuvo que vivir con la culpabilidad azotando su conciencia durante 300 años, aunque él supiera que tenía toda la justificación del mundo. Si tal era el caso, cuando Hope vio que tal vez fuera posible prevenir el fin del mundo con la tecnología para controlar el Caos, cuando vio genuina y honesta esperanza, debió de haber sido como la salvación para él.
Pero Aoede ya conoce el final de la historia. Sabe a través de sus entrevistas que la investigación nunca se completó. La esperanza que Hope deseaba era una ilusión que nunca se hizo realidad.
El espectro de cabello rosado
-La tecnología para controlar el Caos ya estaba a mano, así que ¿por qué nunca se completó la investigación? ¿Qué pudo pasar? ¿Se canceló por tu secuestro, o como ellos dijeron, porque desapareciste misteriosamente?
-Eso sólo pasó mucho después. Los científicos en el Nuevo Nido fueron los primeros en desaparecer, y los eliminaron uno tras otro.
-¿Que fueron eliminados?… ¿Quieres decir que alguien los mató?
-No, literalmente desaparecieron. Ningún cuerpo, ni rastro de sus pertenencias, se desvanecieron así sin más. Lo único que dejaron atrás fueron unas pocas palabras: “la mujer de cabello rosado nos lleva consigo”. Éste era el mensaje que dejaron los científicos cuando empezaron a desaparecer, uno a uno.
“La mujer de cabello rosado”. La primera persona en la que Aoede piensa es Serah Farron, pero sabe que no puede ser ella porque Serah ya estaba muerta por aquel entonces.
Pero hay otra persona que comparte el color de cabello de Serah. Su hermana.
-No pudo haber sido Lightning quien secuestrara a los científicos… ¿verdad?
-Eso fue lo que yo sospeché, al principio. Me preguntaba si, después de llevar largo tiempo desaparecida, Light había regresado, y se los estaba llevando. Pero al mismo tiempo, no creía que la verdadera Light secuestrara jamás a nadie. En cualquier caso, empecé a investigar, traté de entender lo que estaba pasando… pero era demasiado tarde. Antes de darme cuenta, todos los científicos se habían esfumado. El Nuevo Nido se convirtió en un arca desierta, vacía de toda vida humana.
El equipo de científicos desapareció, y la investigación para controlar el Caos se detuvo en seco. Y fue entonces cuando cosas extrañas empezaron a sucederle a Hope, tanto física como mentalmente.
-La investigación en la cual había depositado mis esperanzas se tornaron en humo, y como es natural, caí en una profunda depresión. Esto debió crear una grieta, un punto flaco, en mi corazón, porque también empecé a ver al espectro.
-Una mujer de cabello rosado… ¿Era Lightning?
-No lo sé. Sólo aparecía como un destello por el rabillo de mis ojos. Siempre que intentaba descubrir su verdadera identidad, al momento siguiente ya no estaba. Cuando trataba de hablar con ella, desaparecía antes de que mi voz la alcanzara. Y entonces, cuando ya me había olvidado, volvía a aparecer. Así, una y otra vez. No había forma de pararlo, así que decidí ignorar la ilusión. Fingí que no me afectaba incluso cuando podía verla, y traté de apartarla de mi cabeza.
-Pero cuando tienes que recordarte a ti mismo que no debe importarte algo, lo normal es que te afecte incluso más. ¿No es así?
-Sí, exactamente. La estrategia se volvió contra mí. Cuanto más intentaba ignorarla, más enganchado estaba, y mis sentimientos se precipitaban lentamente al exterior. Con el tiempo, me encontré incapaz de pensar en algo que no fuese la ilusión… y Light. Quizá por eso empecé a revivir mi pasado en sueños, con creciente frecuencia, y una vez que eso ocurrió, la ilusión que veía comenzó a aparecer también en mis sueños, y había momentos en los que me hablaba como la Light que conocí hace tanto tiempo… Esto siguió así durante muchos años, y en algún momento perdí la capacidad de diferenciar los recuerdos de las ilusiones. Cuando intentaba recurrir a mis recuerdos de Light, resultaba cada vez más difícil diferenciar si eran algo que realmente había experimentado, o si era tan sólo un sueño, una alucinación.
-¿Quieres decir que tus recuerdos de Lightning estaban mezclados con el espectro de cabello rosado?
-No sólo eso, cada vez era más y más difícil para mí separar sueño y realidad. Oía la voz de Light en sueños, y entonces despertaba y descubría que su voz no abandonaba mis oídos, y cosas así… Hablando claro, mi mente se estaba desmoronando poco a poco.
Aoede encuentra esto difícil de creer, en especial cuando todos le han hablado tanto y con tan buenas palabras del intelecto y mente racional de Hope Estheim. Y aun así alguien fue capaz de llevarle más allá de sus límites, de hacerle perder de vista la frontera entre la realidad y la fantasía. ¿Quién podría haberlo hecho, quién podría haber quebrado la mente de Hope, la mente de alguien que hasta entonces había dirigido la humanidad, nunca rindiéndose ante la adversidad? Aoede sabe que sólo hay una respuesta.
-Bhunivelze, el Dios de la Luz, estaba detrás de ello…
-Así es como actuaba el Altísimo. Quizá sea un dios, pero no posee control directo sobre los corazones de los humanos. Sin embargo, era capaz de crear ilusiones. Se aseguraba de que todos quienes veían sus ilusiones se obsesionaran con ellas mientras trataban de averiguar qué podían significar. La víctima se torna incapaz de pensar en algo que no sea la ilusión, y termina por perder todo ápice de cordura. La mente, exhausta y sin ningún otro pensamiento al que recurrir, se aferra desesperadamente a las ilusiones del Altísimo.
-Te arrastra a la desesperación, te roba la razón, controla tu mente… Es un enemigo terrible.
-Caí en la trampa de Bhunivelze. Y cuando finalmente me di cuenta de lo que estaba sucediendo, ya no estaba en condición alguna de resistir. El espectro de cabello rosado que aparecía frente a mí, sabía que no era Light, que era una entidad peligrosa enviada para manipular mi mente, pero ya me había robado el corazón, y no había forma de desafiarla. Abandoné la ciudad una noche, guiado por el espectro que me llamaba, y me hallé a mí mismo atraído al Nuevo Nido, completamente desierto por aquel entonces. Y allí permanecí, confinado, y nadie volvió a verme nunca más.
-Así que eso es lo ocurrió realmente cuando desapareciste… ¿Por qué Bhunivelze fue a por ti? ¿Tanto le molestaba tu existencia?
-Quería utilizarme, tanto como su agente que se aseguraría de que el Redentor actuaba acorde a los planes del Altísimo, y también como su nuevo avatar.
-¿Fue entonces cuando descubriste que Lightning era el Redentor?
-Sí. Irónico, ¿verdad? Fui confinado por la falsa Light, y así fue como averigüé que la auténtica Light regresaría. Para entonces ya era prisionero, pero al menos quise enviar esperanza a mis amigos, que supieran que Light iba a regresar. Así que usé el sistema del Nuevo Nido para mandarle un mensaje a Snow: “Lightning volverá como Redentor, pero cuidado con la falsa Lightning…” Quería enviar un mensaje más detallado, pero en ese instante el sistema de comunicación se apagó. Y justo después perdí la consciencia.
Hope fue entonces torturado y remodelado por la mano del Altísimo: le llevó 169 años, 13 años repetidos 13 veces, convertirlo en un peón que actuara según sus designios. Debía asegurarse de que Lightning, el Redentor que despertaría antes del fin del mundo, se comportara según el plan del Altísimo. Mientras tanto, el Caos siguió corroyendo todo con creciente rapidez, y el mundo se precipitó de cabeza a la destrucción.
Y entonces, llegó el día vaticinado.
-Trece días antes del fin del mundo… ella despertó.
Aquél fue el regreso de Lightning.